Una vez decidido integrar un cachorro en nuestra vida, el tema de los orines, excrementos e higiene en general requerirá de una cierta organización, siendo ésta crucial si vivimos en un piso/apartamento. Aparte de lo ya mencionado en el articulo (Implicaciones de tener un perro) la organización pasaría por:
1) Tener siempre preparado todo el kit de paseo/entrenamiento. No podemos permitirnos el tener que prepararlo al levantarnos por la mañana porque esto provocará que en ese periodo de tiempo el cachorro se orine en el interior de la vivienda. Mi consejo es anticiparnos y levantarnos antes que el cachorro, tomarlo a brazos antes de que se mueva y sacarlo fuera de la vivienda, esto nos ahorrará un orín que limpiar a la vez que reforzamos el hábito deseado: los orines fuera de casa.
2) En la fase de cachorro los horarios son importantes para ir fijando los primeros hábitos. Esto junto a la dosis de ejercicio adecuado a su edad nos permitirá estar sintonizados en cuanto a horas de sueño y que ningún sollozo del cachorro interrumpa nuestro descanso.
3) Una gran conocedora y observadora del comportamiento canino calculó un ratio mas o menos aproximado de las necesidades de un cachorro en cuanto a su frecuencia urinaria: El aguante de un cachorro (horas) sería la suma de su edad (meses) +1. Esto significaría que el aguante de un cachorro de tres meses sin orinar sería de hasta cuatro horas. Teniendo esto presente es fácil realizar cálculos de los orines que podemos encontrarnos por la noche. El último orín, si tenemos presente el punto 1) es evitable.
4) La ventaja de una educación temprana nos permitirá dejar a nuestro cachorro en posición “stay” mientras pasamos la fregona sin que éste intente jugar con ella imposibilitando nuestro cometido.
