En la sociedad actual es imposible vivir sin un mínimo de organización si no queremos vernos inmersos en el desorden y el caos.
Una adecuada integración de nuestro perro pasará por establecer unos hábitos satisfactorios (Implicaciones de tener un perro) donde se podrán implicar diferentes miembros de la familia.
En estos hábitos satisfactorios las conciliaciones de agendas, en familias de mas de un miembro, adquirirán una cierta relevancia.
El perro agradece tener unos hábitos, unas rutinas diarias, siempre que éstas satisfagan sus necesidades físicas y psíquicas. Inexorablemente la sociedad actual requiere de ciertos grados de flexibilidad lo que comporta cambios en nuestras agendas. Cambios de planes.
Un perro adulto entrenado sabe generalizar (adaptarse a nuevos lugares) y también es capaz de adaptarse a las modificaciones de nuestras agendas. Frente a cambios de hábitos/horarios es importante que previamente hayamos canalizado su energía ejercitándolo apropiadamente. Esto le permitirá estar relajado en largas situaciones de espera como reuniones de trabajo en el interior de una oficina.
No hay nada mas satisfactorio para los amantes de los perros que poder integrarlos en nuestros quehaceres diarios sin perder nunca el control en cada situación. Cuando establecemos una buena conexión con nuestro perro, este agradece estar siempre junto a nosotros, acompañándonos a todos los lugares. En la foto aparece Windy, con tres meses de edad, descansando junto a mis pies mientras estoy escribiendo este artículo en una terraza.
Hay lugares que a los perros no les es permitida la entrada. Muchos de ellos públicos y algunos de propiedad privada. Ahondaremos sobre el tema en próximos artículos.
